Me causa gracia el hecho de que cuando pensamos en el futuro, aunque hayan pasado muchos años, tenemos las mismas ideas que tenían nuestros padres o abuelos. Seguimos soñando con ciudades increíbles llenas de trenes, autobuses y coches circulando libremente por el cielo, con máquinas que nos permitan volver al pasado como una simple atracción de feria, con casas inteligentes, aunque ya las hay, de las que no nos tenemos que preocupar de nada. Taxis sin conductores que te llevan a donde quieras.
Los años pasan y con ellas las generaciones, pero siempre vamos a imaginar un futuro igual o al menos muy parecido. Aunque para los más extremistas…algunos ven un futuro invadido de extraterrestres…Ahí lo dejo. ¬¬